viernes, 20 de septiembre de 2024

Institucionalización de la crueldad




El 12 de junio de 2024, UNICEF publicó un informe en el que señala que “unos 10 millones de chicas y chicos en Argentina consumen menos carne y lácteos en comparación con el año pasado debido a la falta de dinero…” (…) “A su vez, tres de cada diez familias debieron recurrir a préstamos o compras fiadas para adquirir alimentos…”

El pasado martes 17 de septiembre, el día del profesor, se organizó un asado en la quinta de olivos para agasajar a unos 87 héroes. El nivel de crueldad de esta acción, enmarcada en un contexto de crisis humanitaria, es por de mas preocupante, en tanto se constituye lo que se conoce como la “institucionalización de la crueldad”. Una crueldad que como bien dice Maria Pía, se muestra, se hace show, se festeja.

En paralelo a esto, está el controvertido episodio de la 'fiesta en Olivos' durante el mandato anterior, que tuvo lugar en un contexto de duelo colectivo. No niego que este gobierno actual muestra más violencia, tanto en las redes como en el cemento. Creo que de seguro habrá gente mala, aunque más creo, que la gran mayoría solo ignora.

También creo, que en los últimos meses nos confiscaron bienestar, empobreciendo a la mayoría y enriqueciendo, aun mas, a una minoría. Es lo mismo… Es más del poder que sirve al poder. Medidas como la eliminación del impuesto a bienes personales y el desfinanciamiento de la educación pública (ej.), nos revela toda la película, por más que en ella, haya buenas escenas.

Si la “ciudadanía”, de una vez por todas, no estalla (no me mal interpreten); el “concepto” (de ciudadanía) se va terminar de morir por dentro. Nos convertiremos en esclavos por no tener más la libre voluntad de decidir serlo. Ahí, desaparece el derecho y aparece el emperador.

 

https://www.unicef.org/argentina/comunicados-prensa/10-millones-de-ninias-y-ninios-consumen-menos-carnes-y-lacteos-por-falta-de

https://www.pagina12.com.ar/744767-el-conde






El indec dio los datos de pobreza de los primeros seis meses del año. La pobreza subió al 52,9 %; la indigencia al 18,1 %. En la Argentina hay casi 25 millones de pobres; en menores de 14 años llego a 66,1 %: son 7,3 millones de chicos/as. 

https://www.lanacion.com.ar/politica/karina-milei-posteo-una-foto-con-susana-gimenez-y-el-perro-thor-a-la-hora-que-se-conocio-el-indice-nid26092024/ 



lunes, 16 de septiembre de 2024

DE LA PRIMERA VEZ QUE ME LLAMARON PARA ESCRIBIR EN UN DIARIO

 


 

No niego que el camino fue difícil. Leer y escribir durante tres horas y cuarto, todos los días, por más de diez años, no es tarea sencilla. Con el tiempo, la repetición ayuda y facilita la labor, pero lo realmente complicado es no querer dejar de repetir. Es decir, nunca dejar de buscarle sentido a esa repetición.

El director del diario, Francisco, me llamó a las siete de la mañana de un viernes. Tres días antes, por correo electrónico, habíamos acordado que esa fecha era conveniente para ambos. La llamada fue puntual, precedida por un mensaje cinco minutos antes. Duró aproximadamente treinta minutos, y tuvo un estilo que combinaba entrevista y divulgación. Básicamente, me limité a escuchar, responder y hacer muy pocas preguntas. Hablamos sobre derechos de autor, línea editorial, pauta publicitaria y pagos.

Francisco empezó a decir lo interesante que le parecía mi perfil: un abogado con estudios en derecho constitucional, soberanía política y cultura, además de docente. Un abogado multiforme (como si tuviera muchos tentáculos). También mencionó lo interesante de mis artículos y cómo había construido mi blog durante casi seis años. Aclaró que conmigo estaban haciendo, algo asi como una excepción, ya que solían buscar redactores que fueran periodistas o licenciados en comunicación, u otras carreras afines.

Por supuesto, mientras él hablaba, yo trataba de recordar cuándo había recibido una alabanza tan poética tan temprano en la mañana. Me vino a la mente los besos de mi padre. Sentí un cosquilleo raro recorriendo mis extremidades; mis sentidos, mis órganos, mis ojos, encandilaban, se escandalizaban, se despertaban por algo más supremo que los botones de mi saco. Caí en lo real del sueño. Es hermoso eso. Cientos de miles de veces, comente a mis seres queridos, al mar, a la estrella, al planeta, que yo ansiaba escribir en un diario. Una idea prolongada tanto en mí que se hiso un sueño.

El intercambio telefónico, a pesar de la distancia entre mi ciudad y la capital del país, estaba acercando ese sueño a mí.

—Te veo escribiendo notas de opinión sobre política, pero también están disponibles las secciones de cultura y sociedad —me dijo Francisco.

— ¿Cuántas notas de opinión? —pregunté.

—Una cada tres meses —respondió.

—Enviaré una por mes, por el mismo pago —afirmé.

—Perfecto. Mándanos una foto de tu rostro, con fondo gris y serio. Una vez que tengamos eso, te habilitaremos una cuenta en la plataforma del diario y podrás empezar a subir tus textos. Dependiendo de la actualidad del tema elegido, los correctores trabajarán más o menos rápido, y luego los publicaremos.

—Perfecto —respondí.

Cuando terminó la llamada, seguí pensando en ese sueño, que ahora se hacía tangible, como algo que había bajado de lo etéreo a la proximidad de mi cuerpo, al alcance de mi mano. Cinco minutos después, ya estaba en un grupo de WhatsApp con más de cincuenta redactores que trabajaban para el diario, gente de todo el país.

Sentí que ese grupo debía llamarse "los soñadores", y no simplemente redactores. "Los soñadores" es una película de Bertolucci que me atrajo desde la primera vez que la vi (la proyecte en mi cumpleaños numero 30, fue una noche hermosa), por su forma honesta y clara de manifestar un sueño a través del arte, en este caso, el cine. Lo particular de esa película es que no se trataba de un soñador en singular, sino de soñadores en plural. Un solo sueño colectivo. Entendí que los integrantes de ese grupo de WhatsApp eran, al igual que yo, soñadores con un sueño que, de alguna manera, se parecía mucho al mío. No me era indiferente la energía que empezaba a torear.

Aprendí que un sueño, cuando se convierte en realidad, tiene su propia autonomía, su forma, su propia manipulación, su modulación. Hay algo en él que lo pinta más hermoso que lo que habías imaginado, pensado, buscado.

Fue la primera vez que me llamaron para escribir en un diario. Ni bien, solo me queda formar un nuevo sueño, y soñarlo. Un sueño como este, que ahora puedo tocar. Al final, todo se trata de la idea de que el sueño es estar soñando. De lo procedimental, no de lo sustancial.  

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