sábado, 29 de octubre de 2022

CIUDAD, CULTURA Y EL INFIERNO DE CALVINO.

 

Por los inocentes gira el mundo, no por los vivos. No seamos idiotas.

 

Quiero compartir un texto que me hizo moverme física  y virtualmente por diferentes esferas. Conocer, reflexionar, sentir; pasarla como un chico que sale al barrio con su pelota en la mano.

Lo quiero hacer porque creo que es importante para mí y para aquellos que lo lean. Cuando lo expuse en el seminario internacional de Derecho organizado por la UGD y la U. de Vigo de España, el que llevaba la batuta de las presentaciones en la actividad, hacia el final de todas las exposiciones al momento de hacer las preguntas, me interrogo por los derechos culturales mencionados en la legislación Argentina al poco tiempo que empezó a recitar de memoria los derechos contemplados en su legislación. Por su puesto respondí, sé muy bien las normas (es mi negocio); pero sucede que no logro contemplar la ciencia jurídica sin la ciencia social y a veces, me voy de mambo y me meto en sitios ajenos a espiar, a ver qué hay de nuevo, a ver quién esta. Finalmente, he agradecido por su pregunta ya que me ha permitido darme cuenta que al texto le falta un contenido jurídico más profundo y que cuando hablo con abogados hay que sacar indefectiblemente la constitución, los códigos, los tratados, y etc. Hace mucho tiempo que me di cuenta, a pesar de la dificultad que tengo tantas veces de llevarlo a la práctica, que la “ejemplaridad” tiene mayor legitimación que la norma jurídica, y por suerte, también hace un tiempo, encontré una teoría que respalde mi pensamiento. La teoría es el trialismo y es del jurista Goldschmidt, pero hoy no voy a entrar aquí, ni mucho menos en la forma que la conocí, aunque valdría la pena hacerlo. Antes de la interrogación, Pablo (ahora recuerdo su nombre) me dice que le pareció interesante mi "alegato". Esa palabra fue otro punto importante. Un alegato según el diccionario es una exposición razonada, generalmente extensa, en defensa de alguien o algo. Un alegato jurídico, es todo aquello, hecho en un tribunal. Es Strassera con el “nunca más”. El punto importante, fue que me di cuenta que el texto definitivamente si podría ser un alegato, aunque nose que tanta influencia pudo tener mi lectura para ser considerado como tal. Es evidente el peso que tiene el cuerpo; y a mi últimamente se me vienen ganas de chocarme un colectivo.

Al texto lo leí en la feria del libro de la ciudad de Formosa; en el seminario internacional de Derecho, organizado por la Universidad Gastón Dachary y la Universidad de Vigo (España); y prontamente estará siendo objeto de debate en el primer congreso de gestión cultural a realizarse en la ciudad de Avellaneda provincia de Buenos Aires. Dejare unas referencias mínimas de cada uno de estos espacios y siguientemente estará el texto completo. En el caso de Formosa, dejare algunas imágenes de la ciudad y un breve fragmento del relato Formosa con vos.

FERIA DEL LIBRO. CIUDAD DE FORMOSA.

(Breve fragmento del relato “Formosa con vos”)

“Apenas bajamos del colectivo corrimos, corrimos rápido hacia un remis que nos lleve también rápido a la feria.  La terminal apenas pudo ser vista, y el remisero en el camino nos hizo una pequeña guía zonal de la ciudad. Luego de marcar el destino: “hotel de costanera”, inicio con una corta descripción del mismo. Por suerte fue positiva y la presión atmosférica nos atrajo aún más al inmueble. Todo fue verdad.”

https://www.facebook.com/FeriaDelLibroFormosa







SEMINARIO INTERNACIONAL DE DERECHO.




CONGRESO ARGENTINO DE GESTIÓN CULTURAL.



Propuestas aceptadas aquí: https://linktr.ee/redargc 




CIUDAD, CULTURA Y EL INFIERNO DE CALVINO.

Por Lino Armando Lopez Torres.

 

El siguiente texto es una reflexión desde varias dimensiones, sumándole la incorporación de datos cuantitativos que le dan cierta rigurosidad, sobre lo que podríamos denominar participación de la vida cultural en la ciudad. Se inicia con dos preguntas, no para llegar a un final sino para iniciar desde algún lugar. Preeminentemente la atención de lo escrito se dirige hacia los márgenes, es decir hacia los marginados. Ya no es un secreto que la privación del goce de un derecho fundamental es la exclusión de la democracia como sistema, y la degradación ciudadana en la sociedad política. 

Introducción.-

El imperio romano cayó en manos de los barbaros en el año 453 d.C. Allí el político Cicerón decía: “La republica es cosa del pueblo, no es una reunión de hombres congregados de cualquier manera, sino la sociedad formada bajo la garantía de las leyes y la para la utilidad común”. (Lastra, A.P. p. 33)

Luego de mil quinientos años, con el advenimiento de los Derechos Humanos, entendemos que ningún hombre puede ser encerrado en los límites de su mundo privado y que ha conquistado el derecho de aparecer en público. Es este el derecho de todas y todos a ser personas públicas y a participar en la res pública. Hannah Arendt, postulaba que solo existe un único derecho humano que da origen a todo el resto, y que si este cae todo el resto cae como juego de domino adverso. Su frase: el derecho a tener derechos, quiere decir que las opiniones tienen la posibilidad de ingresar en la esfera pública y adquirir eficiencia sus acciones. Es así que derecho a la ciudadanía; la pertenencia a un orden político diría Lechner, la pertenencia a un planeta diría Edgar Morín; aquel del cual ninguno de los otros derechos seria realizable, debe entenderse como la  trascendencia de la misma ciudadanía. (Lechner, N. p. 4)

El filósofo Mounier decía, que quien se negare a vivir en forma pública la experiencia de la vida personal, pierde el sentido de ella, como se pierde la sensibilidad de un órgano que no funciona. (Mounier, E. p. 7)

La cultura es lo público.

.-

Dos preguntas:

¿Es un problema la falta de acceso a expresiones culturales en la ciudad?

¿Aún más problemático es la falta de acceso de determinados sectores sociales desventajados?

Por un lado, utilizare aquí la idea de cultura (siendo está multívoca) como el Derecho de acceso al goce de bienes y servicios culturales (papel pasivo), y la posibilidad de tomar parte, contribuir, crear y comunicar cultura (papel activo)[2]. En términos generales, esto puede ser visto como el derecho a la libertad de expresión y a la recepción de esta, aunque no se agota allí. 

Por otro lado, tomare el informe mundial (2022) “Re/pensar las políticas para la creatividad” de la UNESCO, donde se busca hacer un seguimiento de la “Convención sobre la Protección y Promoción de la Diversidad de las Expresiones Culturales”[3],  en tanto se suma a ello el aporte de datos que demuestran que la misma norma puede ser un instrumento operativo de la agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas (ODS); diré que la cultura es un nexo principalísimo en la unión de las esferas de la vida. Su transversalidad hace de ella un motor fundamental en el desarrollo social, económico, político y ambiental de una sociedad. Se constituye como un pilar de la cohesión social y una barrera de contención de la desintegración social, a su vez de una transformación colectiva e individual (es decir inclusión e igualdad). También es un vitalista que arroja luz a los espacios muertos de la ciudad (resiliencia). Y un interlocutor que conversa con su pasado (identidad), y a la vez dialoga con la diversidad mundial.

Entonces, retomando la pregunta. Si efectivamente afirmamos que una familia de un barrio periférico de cualquier ciudad, de cualquier provincia, no acceda a leer un libro o a ver una obra de teatro, es un problema; cabría preguntarse ahora sí, por sus causas. ¿Es la falta de la voluntad individual o la influencia del grupo familiar? ¿Es la falta de incentivos en tal actividad, pasada de generación en generación y de contexto en contexto? ¿Puede la escuela tener algo que ver con todo esto? ¿Puede resumirse todo esto diciendo que tan solo fue la falta de una biblioteca o una cinemateca cerca, a la vuelta de la cuadra?

Un dato llamativo, en relación a esto, es el indicador que incluyó la ciudad China de Dequing para determinar si el 100% de sus residentes podía llegar a un recinto cultural en 40 minutos, evaluando así el progreso de la lucha contra la pobreza.  Tomando esto y haciendo un paralelismo con la ciudad de Posadas que tiene aproximadamente un 1/3 de la superficie en kmde aquella, la distancia a recorrer sería aproximadamente de unos 13 minutos.

Si nos preguntáramos, volviendo más arriba, exactamente lo mismo, poniendo el ejemplo ya no de una familia de bajos recursos económicos viviendo en la periferia de una ciudad, sino todo lo contrario, ¿cabrían las mismas respuestas? Puede que sí, aunque con la diferencia de que si existiese un mínimo de voluntad, estos tendrían la posibilidad y altas probabilidades de moverse lo suficientemente lejos para acceder a un libro de filosofía o a una película de Bertolucci. Yo mismo cada tanto me veo en la necesidad de viajar a la capital del país a buscar libros que aquí, donde estoy, no llegan. También sé que tengo amigos que tienen igual o más recursos económicos que yo, pero son poco afines a la cultura. Se de ellos que a diferencia mía, no nacieron en casas donde las expresiones artísticas sean difundidas y que tampoco alcanzaron grados de estudios altos, como sí lo hice yo. Sea lo que sea no quiero caer en las amplias discusiones sobre el voluntarismo y el instinto, ni mucho menos. Sé que Pierre Bourdieu nos podría dar una respuesta a ello con la incorporación de la dimensión diacrónica en el sistema de relaciones y la noción de habitus del agente; pero todo esto nos llevaría muy lejos y no me interesa poner aquí el foco en aquellos grupos que tienen la oportunidad en sentido amplio de acceder algo y no lo hacen, porque es algo que no lo sé del todo y también sería motivo de una pregunta.

Quiero enfocarme en el primer ejemplo: la familia de bajos recursos. En la Argentina, más del 50% de niños niñas y adolescentes son pobres según datos del INDEC. Para todos ellos esto es un condicionante sacado como un número de lotería. La falta de un capital económico no es solo el hecho de no tener dinero bajo el colchón sino todo lo que conlleva esto. La falta de recursos económicos es el equivalente a no tener tiempo, y la falta de tiempo el equivalente a no constituir ciertos intereses, que a su vez llevarlos a cabo requieren de tiempo. Por supuesto que lo que estoy diciendo no es un axioma y no siempre es así (lo mencione más arriba), pero algo de esto ya fue tratado por Marx, su alienación, y su lógica analítica en términos de lógica económica.  También, algunas teorías de la democracia (gobierno del pueblo a través del sufragio) hablan de los altos costos que implica estar informado para elegir bien o al menos elegir al que esté más cerca de representar nuestros intereses. Shumpeter, decía que el sistema democrático necesariamente requiere de una ciudadanía plena.

Cabría preguntarse si con los números de pobreza de nuestro país se alcanzaría esa plenitud. La encuesta nacional de consumos culturales del año 2017[4] reflejo que solo 4 de cada de 10 argentinos leyó un libro completo en el año. Los que no lo hicieron aludieron en un 47% a la falta de interés, en un 23% a la falta de tiempo, y solo en un 9% a los altos costos de los libros. Otro 9% dijo que por que ya no estudia, y el 7% adujo problemas de salud. No hace mucho tiempo alguien del medio local expreso que la gente no lee, no porque no quiere sino porque tiene que elegir entre comer y comprar un libro[5]. Esta frase que seguramente tiene mucho de estallido, se pincha si hincamos un poco su superficie. Un libro, inclusive en una ciudad como Posadas (donde la oferta no abunda), puede valer menos que un litro de cerveza. Aún más, hasta puede ser gratuitos; la misma gratuidad que existe en el ingreso a museos y a algunos espectáculos teatrales.  La gente no tiene interés en hacerlo es la respuesta a que la gratuidad no es sinónimo de accesibilidad. Esto puede ser salvado, al menos parcialmente, si existiese una cercanía de espacios que permitan el acceso a ellos. De la misma forma que lo ocurrido con la puesta en valor de los espacios públicos, y de la instalación de juegos y elementos para hacer actividades físicas en las plazas de la ciudad, donde los vecinos allegados empezaron a ocuparla y a verse interesados por ellos, no porque antes lo hayan estado sino porque el mismo interés surgió en tanto posibilidad de realización. En sentido amplio, lo que está en juego aquí es el derecho a la salud.

Mucho más, si reconociéramos lo mencionado sobre el papel transversal que hace de la cultura un fuerte vínculo relacional con la salud, el bienestar, el medio ambiente, la educación, etc., el aprovechamiento de dichos espacios con la ya relativa ocupación de los mismos, podría ser aún mayor. Una revisión llevada a cabo entre el año 2016 y 2020 acerca de como se ha integrado la cultura en el seguimiento de los ODS demuestra esta falencia. Aunque mas de la mitad de los informes menciona la cultura en la aplicación de los ODS, solo el 13% de los países que presentaron informes reconoce el papel transversal de la cultura, y las industrias culturales siguen siendo un terreno inexplorado. Esto marca su gran potencial.

Otro ejemplo, es la construcción de bicis sendas en la ciudad. Si bien es cierto que existía un pequeño grupo[6] que instaba al Estado la construcción de ellas, lo cierto es que, una vez hechas, el número de ciclistas que la utilizan es cada vez mayor. La bicicleta no solo genera un beneficio (de salud) personal, sino que disminuye los accidentes de tránsito, no contamina el aire, y crea un paisaje acorde a los ojos humanos que ven cuerpos y no maquinas.  La inversión devengada en un área se recupera ahorrando en otra, y el Estado necesariamente debe marcar la cancha por abogar por el bien común desde una dimensión tomista-aristotélica.

Con la construcción de espacios de cultura[7] en barrios periféricos, esa falta de interés del que hablábamos por la recepción y la expresión cultural no será tal; y en todo caso si aquello no ocurriere, la fundamentación de su existencia reposaría sobre el eventual interés de alguien que ante esto tendría el derecho de encontrar la oportunidad "real", sin mayores obstáculos, para satisfacer su necesidad. No es lo mismo decir (volviendo al principio del texto), puedo, pero no quiero, que decir, quiero, pero no puedo. La inversión (de vuelta) devengada en un área se recupera ahorrando en otra. Está probado que a mayor educación[8]  menor conflictividad social y viceversa. La disminución del conflicto trae aparejados menos gastos en seguridad y menos gastos en el aparato judicial para la resolución de esos conflictos, siendo que ninguna tarea se desenvuelve de manera aislada y todo cae en una “dialéctica de complementariedad”. Si por cada barrio, o conjunto de barrios, habría un espacio de cultura que semanalmente disponga de una grilla de actividades, y supongamos que en esas actividades no asista más de una persona (lo cual no lo creo por experiencias compartidas), igualmente esa tarea tendría valor bajo la premisa de que nadie puede cambiar el mundo, y lo máximo que se puede hacer es cambiar la visión que tiene alguien del mundo.

Según la ONU, actualmente mas del 55% de las personas del mundo viven en ciudades y se estima que para el 2050 esta cifra llegaría aproximadamente al 68%[9]. En la provincia de Misiones el 30% de su población vive tan solo en tres de sus 75 municipios: Posadas, Garupá y Candelaria. Esto convertirá a las ciudades en espacios cada vez mas multiculturales donde el valor de la cultura como el nexo que las mantiene unida ira en aumento. Los gobiernos locales tendrán el desafío de hacer de ellas lugares más inclusivos, seguros y sostenibles, donde lo público hará su cometido por ser el lugar de encuentro y algarabía Los grupos vulnerables o desventajados (discapacitados, adultos mayores, etc.) van a requerir de acciones positivas, y las zonas rurales tendrán en la cultura (sobre todo en el turismo cultural) un elemento para evitar el éxodo de sus habitantes.

Un ejemplo de que los Derechos adquiridos no existen, y lo que solo existe es la lucha por la conservación de ellos, fue lo que recientemente ocurrió en nuestro país con la discusión por el desfinanciamiento del fondo especial de cultura cuyos beneficiarios son diferentes organismos del Estado. INaMu (Instituto Nacional de la Música), INCAA (Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales), INT (Instituto Nacional del Teatro), CoNaBiP (Comisión Nacional de Bibliotecas Populares) y el FOMECA (Fondo de Fomento Concursable para Medios de Comunicación Audiovisual). Cuando la discusión tendría que pasar por la expansión de ellos y no su regresión[10]; hoy su lucha pasa por la no eliminación. Esto demuestra la dificultad a la que nos sometemos, en tanto aparece la necesidad de moverse para sentir las cadenas[11].

Dice Calvino en las ciudades invisibles: “Las ciudades son un conjunto de muchas cosas: memorias, deseos, signos de un lenguaje; son lugares de trueque, como explican todos los libros de historia de la economía, pero estos trueques no lo son sólo de mercancías, son también trueques de palabras, de deseos, de recuerdos.”

“El infierno de los vivos no es algo que será; hay uno, es aquel que existe ya aquí, el infierno que habitamos todos los días, que formamos estando juntos. Dos maneras hay de no sufrirlo. La primera es fácil para muchos: aceptar el infierno y volverse parte de él hasta el punto de no verlo más. La segunda es peligrosa y exige atención y aprendizaje continuo: buscar y saber reconocer quién y qué, en medio del infierno, no es infierno, y hacerlo durar, y darle espacio.”

 

 

 

BIBLOGRAFIA.-

CALDERÓN, Fernando (compilador). (2017).  “Los límites de la Democracia” Volumen 1. CLACSO. Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

DUBET, F Y MARTUCCELLI, D. “En que sociedad vivimos”. Losada. Buenos Aires.

GUTIÉRREZ, Alicia B. (1994). “Pierre Bourdieu: las prácticas sociales”. Centro editor de América Latina.

FRIGERIO, Alejandro. “La construcción de los problemas sociales: Cultura, Política y movilización”. Boletín de lecturas sociales y económicas. UCA. FSCE. Año 2. N° 6.

MORIN, Edgar; ROGER, Emilio y MOTTA, Raul. (2002). “Educar en la era planetaria” Editorial Gedisa. España.

MOUNIER, Emmanuel. (1962). “El personalismo”. Editorial universitaria de Buenos Aires.

LASTRA, Arturo Pellet. (2003). “Teoría del Estado”. LexisNexis. Abeledo – Perrot. Buenos aires.

LECHNER, Norbert. “Los derechos humanos como categoría política”

 




[2] Véase el siguiente artículo: https://losmonstruossonellos.blogspot.com/2022/04/derecho-cultural-un-camino.html. Allí se busca conceptualizar la cultura desde un aporte normativo, particularmente desde el Pacto Internacional de Derechos económicos, sociales y culturales. 

[3] Aprobada en el año 2005. A la fecha fue ratificada por 150 países (incluido la Argentina en el año 2007) y la Unión Europea.

[6] Personalmente les agradezco.

[7] Espacios de cultura es un término a ser definido. Aun así, lo pienso como un lugar que tenga los elementos necesarios para participar pasiva y activamente de la cultura.

[8]  He aquí la fuerte relación de la educación con la cultura, por ello muchos ministerios son de educación y cultura.

[10] Principio de no regresividad.

[11] Frase atribuida a Rosa Luxemburgo.








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