sábado, 21 de junio de 2025

José Saramago

 



Háblame de cosas profundas, ya fue tanta superficie.

Este cuento de Saramago, creo que es profundo, porque busca explicar cómo el individuo sabe que para encontrar su propia identidad, debe transcurrir su vida entre la realidad y el sueño. Debe lograr escapar de la burocracia, la arbitrariedad y el poder descarnado, que sería la mediocridad.

Se inicia así:

El protagonista, acude a la puerta de peticiones del rey, pero a diferencia de todos, no pide títulos, sino que pide hablar con él. Ante la presencia del Rey, el sujeto que ya había pasado tres días esperando, le exige, dame un barco, Perplejo el Rey, pregunta, para qué quieres un barco, Para ir a la isla desconocida, manifiesta el hombre, y adonde esta esa tal isla, replica el Rey, no lo sé, porque es desconocida, acto seguido afirma el hombre, es imposible que no exista una isla desconocida.

El protagonista, en el muelle elige el barco, y de manera sorpresiva aparece la mujer de limpieza del Rey, que muy atenta estuvo, tiempo atrás a su petición; También ella, quería ir en búsqueda de la isla desconocida.

Saramago, es realmente hermoso, porque no nos muestra un solo valiente en un mundo de cobardes, si no que nos muestra dos. Nos abre la posibilidad de un encuentro, Allí, fruto de una conversación, que no sería posible si no fuese por ambos, el protagonista nos puede iluminar, diciendo, quiero encontrar la isla desconocida, quiero saber quién soy yo cuando este en ella, No lo sabes, Si no salís de ti, no llegas a saber quién eres, Que es necesario salir de la isla, para ver la isla.

Es esta una historia de constante búsqueda, de encuentros y desencuentros, Con un final bellisimo, donde ambos personajes se reconocen en uno, amándose lo suficientemente fuerte, el uno al otro, tomando el camino de soñar, un camino azaroso, pero voluntario.

El último párrafo es realmente maravilloso. Para mí es la biblia de un optimismo inteligente; que es decir: Si soñamos suficiente, todo es realidad.

 



 

Aquí en versión Pdf. https://www.uv.mx/blogs/lectores/files/2012/11/el-cuento-de-la-isla-desconocida.pdf

Yo tengo una edición muy linda con ilustraciones de Manuel Estrada. Es un cuento de niños. La compre en una cooperativo de libros, a la entrada de una iglesia. Fue un gran día ese.


jueves, 19 de junio de 2025

Nota a Andrea Colamedici

 



Algunas ideas sueltas de esta gran entrevista.

Estudio y practico la tecnología para odiarla mejor.

El abuso de la información expande la ignorancia con la ilusión de eliminarla.

La prueba de una inteligencia de un primer orden es la capacidad de contener en si misma pensamientos contradictorios y funcionar bien.  

Capacidad de contener en uno mismo pensamientos que se relacionan con otros.

Hay que mostrar el horror pero también las prácticas de la resistencia invisible.

El talento es una larga paciencia. Es la capacidad de comprometerse con algo que te interesa.

Nos encontramos perdidos. Sé que el abismo me mirara.

Si la gente te habla de un rio imaginario, no le dices que el rio no existe, sino que creas un puente imaginario.

Nos encontramos hipnotizados en una satisfacción siempre prometida pero nunca alcanzada.

La felicidad y el sentido surgen a través de las relaciones.

Falta el gusto por la profundidad.

Toma ese tiempo perdido, toma ese tiempo vacío, recupera el derecho a lo inútil, simplemente por que la filosofía no le sirve a nadie.

Si entiendes que cada instante es diferente puedes proteger cada instante de ser manipulado.

Quiero elegir y el concepto subyacente es la elegancia.

Curioso es el que cuida las cosas.

Somos los jardineros del mundo.

Hay ideologías que son incapaces de abrazar la muerte. Tenemos que tener angustia para darnos cuenta que somos mortales. La única manera de encontrarnos es perdernos lucidamente.

Esta es la mejor época para vivir porque estamos aún paso de que se termine todo pero también a un paso de transformarlo.


lunes, 2 de junio de 2025

Votar es como elegir pareja

Quizás votar sea como elegir una pareja. Nadie elige un nabo como pareja. Terminar con una calentura es otra cosa, pero pareja, es decir, tener una relación medianamente duradera es algo más serio y ahí nadie elige a un nabo como pareja. Votar no se parece tanto a terminar con una calentura, sino más bien, a la acción misma de elegir pareja en tanto ese sujeto elegido te representaría por un tiempo que casi nunca baja a menos de cuatro años. Votar, entonces, es como elegir pareja. Y para eso, nos interesa saber que hizo, que hace y que piensa hacer esa persona. Nos interesa su forma de hablar, su forma de actuar ante hechos cotidianos, su nivel de cortesía, de respeto, su manera de entender el mundo, los problemas que identifica para buscar soluciones, su grupo de amigos, familia, su contexto, y el trato empático hacia los demás, hacia vos. Votar es como elegir una pareja. Y si nadie te convence y por lo tanto tu elección a alguien se vuelve un problema, lo mejor de todo es quedarse solo, es decir, elegir la soledad. Con el voto pasa lo mismo, si nadie te convence, ya sea por qué no hay nadie o porque hay alguien pero por una razón de circunstancias no se vuelve esa opción racional o simplemente no te llega la información relevante, lo mejor es votar en blanco. Quiero decir que en este caso la soledad es el equivalente al blanco, que además nos permite sugerir algo así como: “quiero una participación mayor que solo votar”, “quiero todo aquello que el voto no me da”. Así que si, quizás votar sea solo como elegir una pareja, y por favor, yo te ruego, no te pongas en pareja con un nabo.


domingo, 18 de mayo de 2025

Debate cruzado en el cierre de la Feria del Libro: Birmajer se retira antes.

Entre el cruce encendido de intelectuales en el panel de cierre y el bullicio amable de los pabellones, la Feria del Libro me ofreció dos días tan intensos como memorables.


Sábado 10 de mayo.

Acreditación y bienvenida.

Desde Coronel Díaz crucé hacia la avenida Santa Fe. Seguí derecho, rumbo a la Feria del Libro, ubicada en el predio de La Rural, a la altura de Plaza Italia. Eran las siete de la tarde, y la ciudad se movía con toda liviandad. El trayecto a pie duraba unos veinte minutos, pero como me detuve a atarme los cordones de los zapatos, me demoré dos minutos más.

En el acceso, sobre la Av. Santa Fe, una marea de personas chocaba contra los andariveles, Pude llegar a decir que tenía una pre acreditación como prensa. Lo probé con un correo y rápidamente me dejaron ingresar, llevándome a la sala de prensa para completar la acreditación final. Mariana, encargada de la sala, me entregó la credencial y me explico la disposición general del lugar.

—Quiero ir a la presentación del libro Democracia Confederal II, de Cúneo —le dije.
—Perfecto —respondió—, eso comenzó hace media hora. Está en la sala Cortázar, en el pabellón amarillo, justo en la otra punta de donde estamos.

Mariana me explicó cómo llegar, y hacia allá fui. Crucé el patio, moviendo la mirada de un lado a otro. La sala estaba repleta, con mucha gente agolpada en la puerta. Me acerqué todo lo posible y mostré mi credencial recién sacada. El guardia de la puerta me informo que no cabía ni un alfiler más. Me limité a sacar una foto de baja calidad con el celular y me alejé.

En un pasillo, dentro del mismo pabellón, vi a Juan Sasturain con un grupo reducido de personas, no más de diez. Estaban en la presentación de una novela, aparentemente escrita por autores españoles. Me senté allí, más que nada, para leer la grilla de actividades y entender mejor el mapa que Mariana me había dado junto con la credencial.



Al cabo de un rato, decidí asistir a la charla De Macri a Milei. El país inviable de las élites argentinas, en la sala Ernesto Sábato, del pabellón azul. Aún faltaban más de treinta minutos para su inicio. En el camino, me crucé con otra presentación: El impacto de la inteligencia artificial en el ámbito legal, en la sala de Espacio Digital. Escuché las primeras reflexiones, que advertían sobre los peligros que la tecnología representa para una serie de derechos conquistados. Se habló de la necesidad urgente de debatir estos temas, de transformarlos, de impedir que lo que hoy cuestionamos se convierta en nuestro próximo yugo. Agradecieron la presencia del defensor del pueblo de la ciudad y destacaron el carácter federal del libro, tanto por su contenido como por sus autores.

Ya era hora. Caminé con rapidez, como cualquier persona de prensa, como cualquier sujeto inmerso en la urgencia de los saludos y la ansiedad de llegar a tiempo. Pise un poco más la alfombra roja manchada por miles de zapatos y zapatillas. Todo el predio estaba lleno de libros, pantallas y carteles.

En uno de los pasillos, vi a Pamela Stupia firmando su último libro, Donde las mentiras sean eternas, en una mesa pequeña con un cartel aún más pequeño que anunciaba: “Hoy firma Pamela Stupia”.

La sala Sábato también estaba colmada. Aún no habían abierto las puertas, pero la fila que la rodeaba lo decía todo. Mostré nuevamente mi credencial. El guardia de la entrada me pidió que aguardara un momento. Al poco rato apareció un señor de baja estatura, con barba, poco cabello, y una cámara con lente prominente colgada al cuello.

—¿Sos prensa? —me preguntó.
—Sí —respondí.
—Bueno, entremos —dijo, levantando la cinta negra que dividía los espacios.

Y así, estábamos adentro. Claro, esto es el periodismo —pensé—. Yo recién me doy cuenta.

En apenas cinco minutos, la sala, con capacidad para 80 personas, ya alojaba a 100. Los organizadores de la editorial discutían con los de la feria por el ingreso. En el escenario, Roberto Feletti —junto a Tomás Crespo, ambos autores— comenzó su intervención diciendo que el país corre un serio riesgo. Las élites, afirmó, están rompiendo como nunca antes con la idea de nación. La acumulación de capital y su posterior fuga al exterior están poniendo en grave peligro al país. La crisis no es fiscal —insistió—. Ya lo demostró el ajuste brutal de este gobierno, que aun así acude al FMI. Entonces, la crisis es externa. Hay que juntar dólares en el banco central, y eso, las élites no lo están permitiendo.

Salí de la sala. Volví a los pasillos, dirigiéndome hacia la salida. Salí por la avenida Sarmiento y caminé en dirección a Las Heras, para luego llegar a la calle Juncal. A la altura de República de la India, vi la luna, en los albores de su plenitud. En Juncal al 3300, me detuve en un café. Pedí un cortado y, sobre la mesa, vi la portada del diario Clarín: "Ficha Limpia: Rovira admitió que Milei le pidió votar en contra".

 



Domingo 11 de mayo.

Debate final en el cierre de la feria de libro.



Llegando justo, trabe la bici en Plaza Italia y volví a entrar por la Av. Santa Fe. La unidad de los cuerpos pasando sobre la senda peatonal me impedía el paso y la llegada a tiempo. Me escanearon el código de la credencial e ingresé. Fui directo al pabellón blanco, subí las escaleras en zancadas y me dirigí a la sala Victoria Ocampo. El debate final aún no había empezado y todavía quedaban algunos lugares libres en el fondo. La prensa, al igual que los invitados, tenía reservados los espacios del frente.

Me senté en la tercera fila. Frente a mí, tres periodistas se preparaban para redactar lo ocurrido: dos con libretas, una con un ordenador. Tres o cuatro fotógrafos disparaban flashes sobre el escenario. Los expositores, de izquierda a derecha, eran Claudia Piñeiro, Dolores Reyes, Marcelo Birmajer y Tomás Abraham. La moderación estaba a cargo de la periodista Hinde Pomeraniec. Los ejes del debate, dos: reflexionar sobre la cultura en el país de la libertad —porque la palabra censura volvió a nosotros— y discutir el valor de las palabras.

La periodista dio inicio al encuentro y cedió la palabra.

Birmajer fue el primero en tomarla. Afirmo que hoy se enfrentan dos formas de ver el mundo: la democracia liberal y el fundamentalismo que la combate. Mencionó a la república islámica de Irán y trajo a colación dos atentados sufridos en nuestro país: la AMIA y la embajada de Israel.

Dolores Reyes, que había sido señalada por sectores del gobierno nacional por su libro Cometierra, incluido en planes educativos bonaerenses, expresó que en un país donde una mujer muere cada día a manos de la violencia machista, no puede existir la libertad.

Se citaron autores censurados durante la última dictadura cívico-militar. Claudia Piñeiro retomó el eje diciendo que se habla de censura porque, simplemente, hoy existe la censura. No es previa, es indirecta. Según explico, la censura se ejerce hoy a través de la violencia, especialmente en redes sociales. Redes que, advirtió, no están tan alejadas de la realidad. Incluso, aunque las denuncias penales contra periodistas no prosperan, generan autocensura por miedo a meterse en problemas.

La sala, de grandes dimensiones, ya estaba colmada. A través de los ventanales laterales se filtraba el sol del ocaso, proyectando su reflejo sobre los arcos de La Rural. Entonces habló Tomás Abraham. Sostuvo que no hay censura en una democracia con alternancia: Decimos lo que queremos, cuando y donde queremos. No hay quema de libros, no se mata a nadie. Pero aclaró que la democracia no garantiza la libertad cuando la mafia está en el poder.

Citando la película El maldito, de Fritz Lang, habló del valor de la ciudadanía. Señaló que existe un poder cultural que define qué libros merecen reseñas y cuáles no. Se degrada, se escracha. Ese es el precio de la libertad: hablar más fuerte, incluso desde la soledad. En la dictadura se apresaba, en democracia se cancela.

La moderadora dio paso al cruce de opiniones.

Abraham se dirigió a Birmajer: Existe otro fundamentalismo muy peligroso: el fundamentalismo judío. El público aplaudió, aunque con menos entusiasmo que en las intervenciones de Reyes y Piñeiro. Luego agregó que las guerras ya no existen; ahora lo que existe es la destrucción de la humanidad, cuyo único beneficiario parece ser la industria armamentista.

Birmajer reafirmó su postura, sosteniendo que en el mundo islámico fundamentalista la desigualdad de género es abismal, mucho más que en las democracias liberales.

Piñeiro lo interpeló, pidiéndole que evitara el uso del término woke con tono despectivo, como lo había hecho minutos antes al responsabilizar a ese movimiento de que alguien como Milei esté hoy en el poder.

La escritora también cuestionó a Abraham, afirmando que sí existe censura estatal, ya que se sostiene —de una forma u otra— a grupos que atacan a quienes piensan distinto. Esta vez los aplausos fueron más contundentes. Las caras serias de los varones en el escenario eran el contraste.

Birmajer retomó, mencionando la imposición del uso del lenguaje inclusivo —la "e"— durante el Kirchnerismo. Se escucharon murmullos. Quiso explicar el término woke, pero la moderadora intervino: A las mujeres no se les explica nada, y soltó una risa. Birmajer no dijo más.

Dolores habló de El Eternauta y de German Oesterheld. Ambas escritoras contaron que reciben amenazas en redes. Dolores denunció, además, que hoy los presos por delitos de lesa humanidad son tratados como presos VIP.

La moderadora cedió la palabra a Abraham, que había permanecido en silencio un rato. Con voz alta y densa, dijo: Me parece que les encantan los Falcon verdes. Se complacen con la tragedia. Basta de ir para atrás. Vamos para adelante alguna vez. Movía mucho las manos. Basta con la historia de la memoria. Hubo un segundo de silencio. Alguien del público respondió: Sin memoria no hay futuro, y se escuchó un canto: ¡Memoria, memoria!

Birmajer insistió con el tema del lenguaje inclusivo. Los murmullos crecían. La moderadora anunció que Marcelo debía retirarse. Él agradeció la invitación, se levantó y se fue, no sin antes, ya alejado del micrófono, decir: Esto se está volviendo un show.

Abraham continuó diciendo: Victimizarse es darle un regalo al otro. Yo me enfrento al otro. No le regalo nada. Soy más digno.

Tras una intervención de Dolores sobre sus visitas a ferias del libro en el exterior, Abraham la miró y le preguntó: Dolores, ¿cómo hacés para que te inviten a tantas ferias? Yo también quisiera viajar más. El público se rió.

Piñeiro intervino. El filósofo cerró diciendo que él no habla de lo que hace, que simplemente lo hace y le importan tres carajos los aplausos.

Luego de casi hora y media se terminó el debate.

Inmediatamente sonó jazz.

Cuando bajé, me encontré con la sala J. Hernández en el pabellón rojo, donde Jorge Fernández Díaz presentaba su último libro: El secreto Marcial. La actividad ya estaba por terminar, así que pedí entrar solo para hacer unas fotos, pero el guardia de la puerta no me dejó.





En aproximadamente treinta minutos, en ese mismo lugar tendría lugar la presentación del libro Zurda, de Myriam Bregman.

Me fui a caminar por los pabellones amarillo, verde y azul. Pasé por los stands de Sudestada, la SADE y Siglo XXI. Al llegar a la sala Ernesto Sábato, vi desde afuera a Gustavo Sylvestre presentando su libro Pepe Mujica, ligero de equipaje.

Al salir, justo frente a la pista central, en un pequeño escenario al aire libre, escuché a Tamara Tenenbaum decir que quien escribe debería presentarse a concursos, porque el tiempo límite impide que uno se deshaga de una idea que no termina de convencerlo.

Ese domingo 11 de mayo estuve casi cuatro horas dentro del predio. Terminé la jornada en las gradas, mirando hacia el pabellón Martínez de Hoz. Tomaba café y escuchaba a Kevin Johansen, que se presentaba junto a Liniers. Sonaba No voy a ser yo, de Drexler. Desde allá arriba se veía el vendaval de gente que iba y venía: grandes y chicos, jóvenes y adultos mayores, camperas de jean, de cuero, sacos de corderoy. Lleno de mujeres hermosas y hombres divertidos. Me sentía cansado, pero a la vez vital.

Descendí de la tribuna volando. Me dirigí hacia la salida. Otra vez la avenida Sarmiento.

Otra vez la luna.

 





 

sábado, 3 de mayo de 2025

Deuda, dominación y ceguera democrática

Del ajuste al endeudamiento: la continuidad de un modelo que posterga la soberanía. 





¿De qué sirvió la motosierra, ajustarnos, el recorte del gasto público? ¿Dónde están las inversiones, o el camino hacia ellas, el trabajo? La inflación del mes de marzo ha aumentado, aunque creíamos que, con la amputación vivida, ya no volvería. En esa relación, los sueldos y las jubilaciones descendieron; pero, a pesar de todo, la nación Argentina en el mes de abril vuelve a pedir prestado al Fondo Monetario Internacional. Estas, son algunas de las declaraciones que circulan dentro del arco opositor.

Cuando hablan los técnicos, la probabilidad de confusión es grande. Gino Germani expone la paradoja de la democracia: la situación de ignorancia en la que se encuentra el ciudadano común respecto a la solución de los problemas de la política económica y financiera lo coloca en una condición de ceguera. Si la revolución democrática consistía en quitarle la venda al pueblo para que llegara a la luz, lo cierto es que la mayoría sigue con la venda puesta. Así, la acción de gobierno queda confiada a quienes “saben”, a los técnicos, a los expertos, sin posibilidad de control alguno. 

Ante esto, me interesa escribir sobre la deuda de la forma más clara posible, dirigida a lo que el sociólogo Alfred Schutz llamaría el ciudadano bien informado: un tipo ideal que se encuentra entre el experto y el hombre común. Para ello, me apoyaré principalmente en un artículo de Rodolfo Terragno, titulado “Deuda. El que toma prestado es siervo del que presta”, incluido en su libro Memorias del presente (1985). En ese texto se desprende una idea simple, si una nación necesita pedir prestado, hay una alta presunción de que algo no anda bien.

El autor inicia su análisis citando un proverbio bíblico: "El rico señorea sobre el pobre, y el que toma prestado es siervo del que presta". En un contexto de extrema desigualdad mundial, se vuelve sencillo determinar quién presta y quién pide.

Terragno continúa señalando que el sistema económico internacional ha entendido muy bien el mensaje de Dios: el prestamista domina al prestatario, inyectando dinero en los "pueblos elegidos" y sembrando necesidad en los "pueblos condenados".

Celso Furtado, economista brasileño citado por Terragno, sostiene que en el mundo existen dos tipos de naciones: las centrales (elegidas) y las periféricas (malditas). En su opinión, el endeudamiento de los países periféricos fue el instrumento que permitió la "transnacionalización de la economía", un objetivo estratégico de las grandes corporaciones. Esta estrategia buscaba homogeneizar los mercados nacionales, generando deseos de consumo similares entre poblaciones distintas, para luego dominarlas a través de productos idénticos. Es un resumen de la globalización. 

Permítanme el siguiente agregado. Beatriz Sarlo, en Escenas de la vida posmoderna (1994), señala que en oposición al paisaje tradicional del centro de la ciudad con todas sus extremidades, el “shopping” se presenta como una cápsula espacial diseñada por la estética del mercado. Según Sarlo, todos los shoppings son, en algún punto, idénticos: las mercancías refuerzan la uniformidad de un espacio sin cualidad. Así, si uno descendiera de Júpiter, solo el papel moneda y la lengua de vendedores, compradores y mirones permitirían identificar en qué país se encuentra.

Dado que las naciones periféricas contaban con estructuras productivas débiles y rezagadas, y con mercados internos de escasa capacidad para asimilar esos hábitos de consumo propios de los países desarrollados, la única forma de hacer viable la expansión fue, por un lado, inyectar dinero en sus economías, y por otro, promover la concentración de la renta en un sector reducido de la población. De este modo, se creó un microclima económico donde sí era posible reproducir patrones de consumo ilimitado, necesarios para la rápida expansión de las corporaciones.

Este modelo de (mal) desarrollo, injertado en las economías de los países periféricos, provoco nuevos desequilibrios. En la misma línea, Prebisch, en el primer informe de la CEPAL sobre “Los principales problemas de América Latina”, deja sentado su teoría en la que sugiere que el comercio internacional se organiza en torno a un intercambio que es desigual entre una periferia – países que se especializan en la extracción- y un centro – países que exportan bienes manufacturados-. En el tiempo, dice Prebisch, los precios de la materia prima disminuyen en relación a los precios de los bienes manufacturados; ello lleva a la necesidad por parte de los países periféricos a exportar más para mantener la misma cantidad de bienes importados, o a pedir prestado, muchas veces – a los fines de adquirir tecnología y maquinaria- para exportar más. Falta de industrialización, por una dedicación a la extracción, a su vez, por una necesidad en la recaudación. De cualquier forma, las elecciones son problemáticas.

Actualmente, el crédito es la preferencia ante cualquier alternativa que desarticule el orden económico internacional, y los acreedores, a pesar de sus lamentaciones, quieren seguir prestando. Lo que en verdad desean es seguir dominando.

Si bien el análisis hecho puede parecer generalizador, Furtado no niega la complejidad del asunto de la deuda latinoamericana. No obstante, destaca que el proceso de “internacionalización” y “endeudamiento” ha ocurrido tanto en economías en crecimiento como en otras que no, tanto en países importadores de petróleo (Brasil) como exportadores (Venezuela). Lo que si se repite es la existencia, en cada país deudor, de una “casta” asociada al acreedor. 

“Los Argentinos ya nos dimos cuenta que es imposible hacer una Argentina distinta con los mismos de siempre”; era una frase de campaña del año 2023. Sin embargo, detrás de esa frase venia el actual Ministro de Economía, que hoy nos insta a creer que, a pesar de repetir las mismas recetas, esta vez todo será distinto.  Como dijo Einstein: “Tonto es aquel que haciendo siempre lo mismo, espera resultados diferentes”. 

La casta a la que se refiere Terragno no solo intercambia favores y comisiones. También pertenece a una poderosa herejía que afirma que el rico debe señorear sobre el pobre, y unas naciones dominar a otras. Para eso, necesitan unidad entre los dominadores y división entre los dominados. Nunca dejo de recordar una frase de Zygmunt Bauman, en su libro La cultura en el mundo de la modernidad líquida (2013): "Cuando los pobres se pelean con los pobres, los ricos tienen todas las razones para frotarse las manos con alegría".

Los prestamistas actúan como si sus créditos fueran una bendición, y se indignan ante la “ingratitud” de los deudores. Pero el problema ya no es solo económico. Es político. Se trata de soberanía, uno de los conceptos fundantes de cualquier manual de ciencia política. Los gobiernos endeudados aplican políticas recesivas dictadas desde el extranjero, que afectan directamente la calidad de vida de su población. Ese, nos dicen, es el precio del “rescate”.

Hace unos días, la titular del Fondo Monetario Internacional, Kristalina Georgieva, sugirió que los argentinos deberían votar por el oficialismo en las próximas elecciones legislativas. El nivel de ceguera democrática en el que estamos sumidos nos lleva a aceptar que alguien que nada sabe de nuestra nación, escudado en su saber técnico y con evidentes intereses geopolíticos, nos diga qué rumbo tomar.

Permítanme cerrar con un fragmento de la novela Ensayo sobre la lucidez, de José Saramago. En una conversación entre el Ministro del Interior y el Alcalde, tras unas elecciones en la ciudad en las que triunfa el voto en blanco, el Ministro pregunta: ¿Qué piensa entonces que deberíamos hacer?  Nada.  Por favor, querido Alcalde, no se le puede pedir a un gobierno que no haga nada en una situación como esta.  Permitame que le diga que en una situación como esta, un gobierno no gobierna, solo parece gobernar.


Link del diario: aquí

 

 

 

 

 

 

 

 

 

lunes, 17 de marzo de 2025

Invitación a Hagamos Con Dialogo



(Ph: @lu__pas)


Hagamos Con Dialogo es un ciclo político constructivo que busca el dialogo ciudadano sobre todo aquello que nos afecta. Buscamos construir una arquitectura institucional propicia para canalizar nuestros pareceres y maximizar las probabilidades de las decisiones correctas desde un punto de vista de la justicia sustantiva. Justicia aceptada por todos.

El primer conversatorio, titulado "El futuro de la cultura: diálogo abierto con el Secretario de Estado de Cultura de la Provincia de Misiones, José Martín Schuap", Tendrá lugar el día 20 de marzo del 2025 desde las 20.00 horas, en la Peña Misionero y Guaraní (Buenos Aires 1546, Posadas). 

Te invitamos a asistir con dudas y afirmaciones.

Además, la org. Impresión de Ideas visibilizara peticiones publicas ciudadanas, y se exhibirán las portadas de la Revista de Cultura: "Fundación" publicadas en la Provincia de Misiones, entre los años 1980 y 1982. 







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Concepto

El sistema de la pre modernidad se basa en una regla simple: el principio de autoridad. La disputa se termina cuando alguien investido de autoridad -como el hombre de familia, sentado en la punta de la mesa- exclama a puño cerrado: “Esto es así porque yo digo que es así”. La modernidad, en cambio, se fundamenta en una regla más compleja: el ideal de que la mejor decisión es la que toman todos los afectados por ella, con toda la información relevante, en condiciones de igualdad y de forma unánime. Al menos eso aquí, en sociedades occidentales. (Bohmer, 2015)

El sistema moderno constituye dos pilares fundamentales: la democracia por un lado y la constitución por el otro; es decir: la democracia constitucional. En principio, afirmando la complejidad del asunto, la democracia se centraría en las preguntas relativas a quien y como se decide, esto es, el foco puesto en el procedimiento de la decisión. En cambio, lo constitucional, se preocuparía por el contenido de la decisión, esto es, la pregunta relativa al qué se decide. Su exigencia entonces, recae en el respeto hacia los derechos fundamentales consagrados en su mismo cuerpo legal. (Martí y Giufré, 2024)

A grandes rasgos, esos derechos fundamentales serán condensados para estos fines, en el principio milliano de actuar sin dañar a otro. Es así, que en la deliberación previa a la toma de una decisión publica, no podre imponer, ni utilizar, ni aumentar mi autonomía individual disminuyendo la de los demás. Pero la excepción a esta regla, es el consentimiento libre e informado de la persona que se auto limita, se auto restringe, dignificándose en la voluntad de ingresar al contrato social, exigiendo reconocimiento y falta de desconocimiento personal de los otros. Como diría Jeremy Waldron, “el derecho a la participación”, es “el derecho de los derechos”(Waldron, 2005, como se cito en Martí y Giufré, 2024). En esto, resuena el famoso grito de Joseph Merrick: “No soy un monstruo. Soy un hombre”.

A primera vista, parece haber consenso en torno a dos ideales: la autonomía individual (libertad personal) y el autogobierno colectivo (la democracia). Permítanme asentar una noción brevísima de ellas que decante de lo dicho con anterioridad.

La primera, implica escoger y llevar adelante, los propios planes de vida; una religión, una orientación sexual, una forma de soñar. Asumo la idea de que en la medida que no exista riesgo de daños relevantes a terceros (lo ya dicho), soy soberano de mi existencia. No obstante, esa identidad individual, tal como diría el filósofo canadiense Charles Taylor, se construye siempre en dialogo con lo mirada de los otros, a veces en armonía y a veces en lucha (Charles Taylor, 1992, como se cito en Gargarella, 2021) 


(Ph: @lu__pas)


La segunda, la del autogobierno colectivo, implica lo que autor Roberto Gargarella (2021) denomina el derecho como una conversación entre iguales. Las partes fundamentales de esa conversación son: (1)la igualdad, en tanto todos compartimos la misma dignidad moral, sentido que nos hace valer todos lo mismo; la existencia de (2)desacuerdos, característica propia de sociedad modernas, diversas y plurales; (3)la inclusión de todas las personas afectadas en la deliberación, siendo que cada persona es el mejor juez de sus propios intereses, y la falta de una ellas es una perdida fundamental en un punto de vista que siempre es único; (4)la deliberación como oportunidad para intervenir en el debate e intercambiar razones, y que la (5)discusión sea sobre un tema de interés público. Por último, (6) el dialogo debe ser abierto, continuo e inacabado. Por qué cambiamos, porque podemos arrepentirnos o equivocarnos y reescribir lo acordado. Por qué podemos discutir en el quien, el cómo, y hasta el que del contenido. Nada es inmutable, todo se construye.   

Esos pilares fundamentales, la democracia y la constitución, pueden parecer en tensión, pero en realidad se complementan, en tanto la creación de derechos fundamentales solo se justificarían en la medida que sean el resultado de un proceso democrático deliberativo, mientras que este procedimiento democrático solo se justificaría en la medida que sea respetuoso de los derechos fundamentales consagrados en la constitución. Uno condiciona a otro, y a la inversa. (Habermas, 1995)


Un ciclo no tiene principio ni fin. Es un movimiento constante, la vuelta de los astros que se vuelven sobre sí mismos. El agua que se escurre por la tierra y regresa con la lluvia alerta. Como las estaciones que se suceden y renuevan el aire; como una conversación que no se agota y transforma. En Hagamos Con Dialogo cada voz cuenta, cada idea suma, y nos acerca, a los otros, a nosotros... 





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Tapa y editorial del primer numero de la revista Fundación publicada en Julio de 1980.
Su objetivo fue difundir las actividades e inquietudes vinculadas a la producción cultural, incentivar el crecimiento local e instalarse como punto de partida para las diversas manifestaciones de la provincia de Misiones.

Fuente: https://ahira.com.ar/ 

miércoles, 5 de marzo de 2025

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https://www.lavozdemisiones.com/posadas/posadas-y-su-arquitectura-historica-lo-patrimonial-debe-instalarse-culturalmente/

jueves, 27 de febrero de 2025

La Constitución le da la espalda a este gobierno





“M” (1931) Fritz Lang




El gobierno nacional argentino, en lo que va de su mandato, ha arrasado con la ley de acceso a la información pública, gobierna sin presupuesto, ejerce censura previa atentando contra la libertad de expresión e insulta, de la forma más vulgar conocida, a todos aquellos que no piensan como ellos. Ahora, designa por comisión a dos jueces para ocupar el máximo tribunal del país. Se queja de la política y, en respuesta, quiebra el derecho. ¿Hasta cuándo?

En una república, el respeto a la Constitución no es una opción, sino una obligación. Sin embargo, en Argentina, la designación de jueces de la Corte Suprema en comisión pone en jaque el equilibrio de poderes y reaviva un debate que nunca debería haberse planteado: ¿puede el Poder Ejecutivo pasar por encima del Senado para definir la composición del máximo tribunal? La respuesta, en un Estado constitucional como el nuestro, es un rotundo no.

El Poder Ejecutivo nos dice que, debido a que el Senado de la Nación no trató los pliegos de Mansilla y Lijo el año pasado, se configura una razón política que “politiza la justicia”. Sí, así como leen. Afirma que no tolera que los intereses de la política se impongan sobre los del pueblo argentino. ¿En serio sigue el verso?

Se remite al artículo 99, inciso 19, de la Constitución Nacional, alegando la facultad de cubrir vacantes en empleos que requieran acuerdo del Senado cuando estas ocurran durante su receso. Sin embargo, ni los jueces de la Corte Suprema son empleados, ni la vacante en cuestión ocurrió en un receso (la jueza Highton de Nolasco dejó su cargo en 2021).

Además, este gobierno, con inclinaciones despóticas, omite deliberadamente el artículo 99, inciso 4, que exige que el nombramiento de los magistrados de la Corte Suprema cuente con el acuerdo del Senado mediante una mayoría agravada de dos tercios de los miembros presentes. Desde su reforma en 1994, la Constitución ha sido clara y explícita al respecto. Su finalidad no ha sido otra que limitar el poder del presidente y garantizar un equilibrio de poderes, lo que se conoce como checks and balances. La Constitución introduce una cláusula democrática que exige el mayor consenso social posible para una medida de tal envergadura. No es difícil de entender: un poder del Estado no puede elegir discrecionalmente a los integrantes de otro poder del Estado, especialmente cuando este último tiene la función de controlarlo. Que el controlado sea el contralor es tan absurdo como intentar detener la mente con la mente.

Si bien las interpretaciones constitucionales pueden ser flexibles cuando se trata de políticas públicas sustantivas, como la ley de cupo para minorías (ej.) —una medida de política representativa no judiciable—, cuando la política afecta los procedimientos o las reglas del juego democrático, la interpretación debe ser estricta, observada con la más alta sospecha y bajo la presunción de inconstitucionalidad; atento el poder, siempre o casi siempre, busca su expansión, no su limitación.

Cuando el gobierno de Javier Milei dice que la política se impone sobre los intereses del pueblo argentino, en realidad está describiendo su propio accionar: política de la monarquía, no de la república. Si el Senado de la Nación no trató los pliegos el año pasado, fue porque no hubo acuerdo, además de la fuerte presión social contra dos candidatos —sobre todo el juez Lijo— con más manchas que algunos pingüinos cubiertos de petróleo. Justamente, eso es lo que exige la Constitución reformada en 1994: mayor participación ciudadana en instancias como audiencias públicas.

Mientras tanto, en su comunicado, el Ejecutivo habla de un servicio de justicia eficiente cuando, en realidad, ha desmantelado los centros de acceso a la justicia en los barrios más vulnerables del país, espacios que garantizan el acceso a derechos básicos. No saben nada, no les interesa nada. Presuntos estafadores designando a otros de su calaña. Basta de esconder la basura debajo de la alfombra.

Ahora bien, te pregunto: ¿qué seguridad institucional le queda al país si el Poder Ejecutivo puede decidir unilateralmente la composición de la Corte Suprema, el organismo encargado de garantizar el respeto de la Constitución? ¿Qué seguridad tenemos si un grupo de lunáticos viola la Constitución sin enfrentar represalias? ¿Qué le queda a la vida, a la libertad y a la propiedad privada? ¿De qué trata este liberalismo pre-moderno?

Lo que está ocurriendo es alarmante. Si las instituciones de nuestro país permiten la destrucción flagrante de los procedimientos constitucionales establecidos, estaremos en graves apuros. Todo será oscuro, y ver la luz será difícil. Muy difícil.

Este gobierno no solo le ha dado la espalda a la Constitución: es la Constitución la que le da la espalda a ellos.


Al link del diario: https://iky.b07.myftpupload.com/politica/la-constitucion-le-da-la-espalda-a-este-gobierno/ 

 

lunes, 24 de febrero de 2025

Con fluencia

 




-Es un capítulo de mi novela —me dice un amigo por mensaje de texto.

Le respondo que cuando esté terminada, la traiga, que la vamos a presentar en el espacio. Que ya estamos pensando en volver. Que ya estamos construyendo la excusa. Como el árbol, como la vida, como el amor.


Vos no estás loca. Los demás están locos. Pero tu locura yace en no darte cuento de eso.


El primer fruto del árbol. Cuando me lo regalaron no media mas de 50 cm. plantado en un recipiente que no albergaba mas de 2 litros. El regalo fue hecho hace mas de 4 años. La advertencia: -Si este árbol toca tierra libre, no hará más que crecer.

Y así fue.

Yo lo plante en un lugar equivocado. A pesar de tener espacio, muy cerca del techo y la pared. Cada vez que hablo bien de ella con mi padre, este me recuerdo mi equivocación. Entonces, lo bello se vuelve un problema.

-Tarde o temprano lo vas a tener que cortar.

Yo digo que lo voy a podar y mantener en forma. Que cuando me vaya a estudiar afuera, será otra gran excusa para volver; que no hace falta que me repitan mil veces mi error; que yo lo sé bien, y lo siento suficiente.     

Hace unas semanas, en un bar, un joven se acerca a la mesa donde estaba con mis amigos y me pregunto si yo era el pibe. Le digo que sí, preguntándole a la vez, de por qué su curiosidad.

Me respondió que le habían dicho que yo era una persona inteligente. Me sonreí y le dije que no se ande creyendo todo lo que dicen, y que, en todo caso, ser inteligente, tal como están las cosas, no tiene ningún valor. Me pregunta si siendo inteligente se consigue chicas. Le digo que leyendo algo de poesía puede que sí, pero mucho más siendo docente. Aunque para ninguna de ambas se necesita ser inteligente.

Al rato, salí a fumar a la vereda. El mismo joven me vuelve hablar queriendo saber que fumaba. Le respondo que tabaco armado y le ofrezco uno.  -No, no fumo, solo me interesa saber. Me contesta. Le aclaro que saber está bien, pero más importante es entender. Menos Hessel más Spinoza es la recomendación de Sabater en su libro Política de urgencia. No sé nada de ninguno.

Quizás vos naciste mucho antes o yo mucho después. Al parecer, como Graham en la novela “Antes de conocerme” de Julián Barnes, mi problema es emocional; reconocer lo absurdo de imaginar que tu vida pasada se organizó en vistas a encontrarse con la mía[1].

No fuiste justa conmigo al hacer lo que hiciste; desaparecer como cuan fugaz estrella. En otra ocasión, hubiera estado bien; pero en esta, la balanza se te desequilibró.

No pude evitar enamorarme; te pido perdón, pero el descubrimiento escapa al pensamiento, de lo contrario, no se descubriría nada. 

Fue el paisaje, la falta de ropa, nuestra unión en el agua, el exceso de calor. Cuando me acerque al escenario, ya estaba algo borracho. Sonaba una hermosa canción llamada: De película. El sonido quedo grabado en mi memoria.

En mi memoria, ya sé que fui yo quien mato al sapo, quien no quiso recoger al gato; visibilice mi dolor, no hace falta hablar de ello, tampoco de mi enamoramiento que no es amor.

No fuiste justa conmigo cuando me dijiste que lo que hicimos lo podías hacer con cualquiera, de la misma manera, con la misma intensidad e intimidad, con el mismo cuerpo, con el mismo corazón. En otra ocasión hubiera estado bien, pero en esta, la balanza se te desequilibró.

Cuando me preguntaste por el significado de la estrella fugaz tatuada en mi mano derecha, te respondí que era un deseo. Jamás rayaría mi cuerpo, aunque me gusten los cuerpos rayados. Debía de encontrar un punto medio entre eso, y entonces me tatué algo muy pequeño, pero con un gran concepto universal: el deseo. Luego, me pediste que leyera un libro que vos mismo me ofreciste; alagar no habla muy bien de vos; verso a verso, párrafo a párrafo, y cuando termine, me confesaste que te gusto que te leyera, alagar no habla muy bien de vos; solo suspire y mire al suelo, pensando en otro momento, en otra pieza, en otro sillón, en otro color, deseando no haber escuchado aquello, no haber leído, no haber visto mi mano derecha, el tatuaje, la estrella, lo fugaz.

En la librería, escuché a una mujer decirle a su pequeño hijo, que acababa de tirar un vaso de plástico al suelo:

-Bueno, hijo, tampoco te deshagas de todo lo que no quieras.

Justo yo estaba pensando en soltar, a pesar de saber que nadie habla de los soltados.

 

 



[1] Anthony Giddens. La transformación de la intimidad. Sexualidad, amor y erotismo en las sociedades modernas. Catedra Teorema. Pag. 17.

viernes, 14 de febrero de 2025

Cómo no te preocupa el sur







"Me preocupa el sur." Así comenzó mi conversación de antes de anoche.

Tras una pausa para observar, pensé que, en unos años, gran parte de mi vida transcurriría en una localidad del sur. Es decir, no me iría hacia el norte. Prefiero la campera de cuero a andar en cuero.

"Tomá el tren hacia el sur, que allá te irá bien", cantaba Spinetta. Sin embargo, hoy, según el acontecer de los hechos, no parece ser así. Es más, ciudades altamente urbanizadas, como Buenos Aires, resultan más seguras en lo que respecta a incendios, debido a su escasa integración con terrenos naturales. En contraste, zonas que limitan o forman parte de superficies naturales, como la Comarca Andina, se encuentran hoy en llamas. ¿Estamos a salvo? Es la pregunta que plantea Matías Avramow en su artículo publicado en La Nación

¿La salvación está en las ciudades altamente urbanizadas?

Hace unos días, El Cohete a la Luna publicó un texto titulado Arde Buenos Aires, que advierte sobre el impacto del cambio climático y el aumento de las olas de calor: más frecuentes, más largas y más intensas. Señala que 2024 fue el año más cálido registrado en el mundo, superando por primera vez los 1,5 °C respecto al nivel preindustrial. En Argentina, fue el cuarto año más caluroso desde 1961, con varias olas de calor registradas durante el verano.

En Buenos Aires, la temperatura ha aumentado casi un grado en los últimos 30 años. ¿Las consecuencias? La privatización de superficies verdes equivalentes a 75 Plazas de Mayo, la ocupación del borde costero con torres que impiden el ingreso de vientos desde el río, obstaculizando la renovación del aire y agravando el efecto isla de calor, y la destrucción de los pulmones de manzana constituidos por los fondos de las parcelas privadas.

En Posadas, capital de Misiones, una provincia que alberga más del 50 % de la biodiversidad del país, los termómetros superaron los 40 grados en el mediodía de los últimos días. ¿Las consecuencias? Una pavimentación desmedida por parte del Estado, incluyendo el cerramiento de todos los arroyos, la falta de conciencia sobre la importancia de los árboles en la sociedad civil y la ausencia de estudios de impacto ambiental en obras públicas y privadas. Caminar por el centro de la ciudad, en esos días, era insensato y temerario.

La salvación tampoco está en las ciudades urbanas.

Mientras tanto, en la Patagonia argentina, el fuego devora bosques, animales y casas. No hace mucho hablábamos de Córdoba y sus más de 90.000 hectáreas incendiadas. Al mismo tiempo, el humo de los múltiples focos en la Amazonia llegaba a casi todas las capitales sudamericanas. Paradójicamente, nos cuidamos de no fumar, solo para terminar respirando el mismo humo, aunque sin consentimiento.
 
Según la Fundación Ambiente y Recursos Naturales, al 11 del mes de febrero, Corrientes había perdido 250.000 hectáreas y la Patagonia, más de 25.000. En total, una superficie equivalente a 14 veces la ciudad de Buenos Aires. A pesar de esta situación, las declaraciones oficiales indican que solo se desplegaron nueve aviones, diez helicópteros y 98 brigadistas. Esto significa un promedio de una aeronave por cada 14.473 hectáreas incendiadas y un brigadista cada 2.806 hectáreas. A todas luces, un apoyo insuficiente por parte del gobierno nacional.

La ejecución presupuestaria de los fondos para la prevención y el manejo del fuego ha sido reactiva en lugar de preventiva. Es alarmante que, a estas alturas, sigamos sin estrategias para abordar un problema que ya sabemos que ocurrirá.

A esto se suma el discurso de un gobierno que niega el cambio climático y recurre a la vieja técnica de buscar un chivo expiatorio. En este caso, señalan a comunidades originarias como responsables de los incendios. Es cierto que en Argentina, en el 90 % de los casos, la chispa del incendio es provocada por el hombre, algunos con intención, la mayoría por imprudencia. Más personas, más incendios. La ecuación es simple.

Pero el dedo señalador debe apuntar a las deficiencias estructurales del Estado, a la falta de control y prevención, a la ejecución deficiente del presupuesto, al discurso engañoso, a la relación entre provincias y Nación, a los procesos de gentrificación, y a la restauración. Es decir, el dedo debe apuntar a quienes hoy señalan.

A pesar de todo, queda la solidaridad de la gente. Como decía Kierkegaard: "El hombre verdaderamente extraordinario es el verdadero hombre ordinario."

El Bolsón es lago, mermelada de frambuesa y la mejor cerveza.

¿Cómo no te preocupa el sur?

Yo no me quiero salvar solo. Yo me quiero salvar con vos.


Al link del diario: https://iky.b07.myftpupload.com/actualidad/como-no-te-preocupa-el-sur/ 

 

 

 

 

 

 

martes, 28 de enero de 2025

Firma y pidamos algo juntos

Propondremos al Ejecutivo Municipal que el mensaje central de esta iniciativa sea la promoción de un ambiente sano, tal como lo establece el artículo 41 de la Constitución Nacional. Este espacio, al funcionar como un mini pulmón urbano, contribuye a mitigar el calentamiento en nuestra ciudad y fomenta el enfriamiento natural del entorno.

Asimismo, impulsaremos ante el Honorable Concejo Deliberante la declaración de este espacio como patrimonio natural y cultural para la ciudad de Posadas.



📝 ¡Súmate a nuestra petición para proteger un espacio verde en Posadas! 🌳


Estamos solicitando al Municipio:

✅ Preservar y poner en valor el espacio verde ubicado en Av. Urquiza y calle Iguazú.

✅ Instalar cartelería y señalización que destaque su importancia ecológica.

✅ Gestionar recursos para su conservación sostenible a nivel provincial, nacional e internacional.


🤝Apoyan esta iniciativa:

-Colectivo Cultural Los Aromos

-Asociación Civil Caracol

-Productora Audiovisual Comunitaria La Rastrojera


📅 Firma abierta durante enero

📋 ¡Firma aquí! 👉 https://chng.it/8Sj7jbz4R8


📢 Descubre más campañas públicas de Impresión de Ideas:

-https://chng.it/F4dZtmn5hJ 

-https://chng.it/dzPMhCPGG8 

-https://chng.it/7nB2ZbMX9s 

-https://chng.it/pTqxH5xZrr 


💬 Participa, firma y deliberamos juntos.






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